SUSY secretos del corazón
vinil, esmalte y estaño sobre cristal.
80 x 60 cms.
2012-2013.
80 x 60 cms.
2012-2013.
Emmanuel García, obsesivo impresor y artista gráfico, lleva a cabo una recopilación selectiva de la iconografía de la señalética comercial popular. Cuidadosamente realizada desde la plataforma de la reconstrucción gráfica, estas piezas ahora multireproducibles vuelven a ocupar espacios desde los que ejercen su poder de atracción sobre los clientes de establecimientos variopintos.
Quizá uno de los encantos de las indicaciones en los comercios populares así como en tiendas aspiracionales emprendido por Emmanuel García, es justamente la recopilación de elementos pretendidamente elegantes a los que se dota de un diseño que le convertía, por su inconfundible composición, en indicativo de paso, uso, situación o simplemente constatación del lugar en el que se estaba.
Un buen número de estas piezas realizadas en papel de estaño, aquel que ya casi en desuso ocupaba los cristales del dentista, el despacho contable o el sastre, mandan nuevamente sus brillantes mensajes para los paseantes distraídos que serán atrapados por los destellos. La urraca ladrona que llevamos dentro es siempre atraída por los brillos que incitan a la apropiación.
Quizá uno de los encantos de las indicaciones en los comercios populares así como en tiendas aspiracionales emprendido por Emmanuel García, es justamente la recopilación de elementos pretendidamente elegantes a los que se dota de un diseño que le convertía, por su inconfundible composición, en indicativo de paso, uso, situación o simplemente constatación del lugar en el que se estaba.
Un buen número de estas piezas realizadas en papel de estaño, aquel que ya casi en desuso ocupaba los cristales del dentista, el despacho contable o el sastre, mandan nuevamente sus brillantes mensajes para los paseantes distraídos que serán atrapados por los destellos. La urraca ladrona que llevamos dentro es siempre atraída por los brillos que incitan a la apropiación.
Mejoramos presupuestos, escrito para los escépticos precursores de una inexistente revista del consumidor en ciernes, ensayo de los buscaprecios obsesivos, es ahora vaticinio de que siempre se podrá abatir la competencia pre-carloseslímica en tanto se demuestre su arrebatada desmesura a la hora de etiquetar los productos.
Por si queda duda, es posible hacer convivir Moda y Arte. Y de espalda a las corrientes dominantes de las pasarelas neoyorquinas y haciendo del Vogue, Elle, Cosmopolitan y sus derivados utilitarios avioncitos de papel, encontramos la posibilidad del diseño alternativo para ir por la vida reafirmando las obsesiones: Moda para todos los gustos.
Por si queda duda, es posible hacer convivir Moda y Arte. Y de espalda a las corrientes dominantes de las pasarelas neoyorquinas y haciendo del Vogue, Elle, Cosmopolitan y sus derivados utilitarios avioncitos de papel, encontramos la posibilidad del diseño alternativo para ir por la vida reafirmando las obsesiones: Moda para todos los gustos.
No deben quedar fuera de nuestra atención los tonos y las maneras subyacentes en los mensajes: Desde el amigable Pásele hasta el cuidadoso Pase Usted para llegar de nuevo a otra orden dirigida a los compradores novatos o altamente especializados (clase media abstenerse): Si lo que busca no está a la vista, pregunte.
El inefable, ineludible (y por si le quedase duda): Usted está aquí. Y la declaratoria filosofal de los existencialistas que aprendieron que “Se prohíbe a los materialistas detenerse en lo absoluto”, ahora se lanza como decreto incuestionable en un escueto y contundente AQUÍ ES.
Sin otra forma de seducción posible mas que allegarse de viandantes, Visítenos y se convencerá promete un mar de ambigüedad en el que la convicción y la fe aturden por igual a quienes finalmente se han acercado a lo que pervive detrás del aviso. Su satisfacción es nuestro compromiso (y se garantizan los sueños húmedos y las fantasías extracomerciales…). Y la broma inefable de Emmanuel García que ha contemporizado el discurso y lo ha fechado en la crisis galopante sobre la que cabalgamos:
Bien venido a menos.
En otra vertiente de su trabajo, Emmanuel García aborda las páginas de las novelas ilustradas y lacrimógenos pasquines. “Susy”, como cabeza visible de las tragedias generacionales, ha prescindido ahora de los diálogos clave que le permiten la elocuencia a la que nos tiene acostumbrados esta y sus hermanas “Lágrimas y risas”, “El libro vaquero” et-al., para que permanezcan las frases exactas, delatoras y puertas de túnel de las más sórdidas historias de la futilidad privada.
“Nada para conservar” en el que una mujer salva a un hombre (casi siempre es así pero pocas veces hay registro de estos actos heroicos impresos en papel revolución. “Yo no te dejaré jamás” le dice ella al tiempo que el ojiverde semiahogado se lamenta de no tener a mano papel y pluma para que la güerita nadadora se lo firme.
Estamos ante la reconstrucción del imaginario de lo permanente. Todo amor jurado es eterno, tan eterno como las páginas ilustradas que constatan su infinitud vanagloriada. El documento de moda sesentera contrasta con la prosapia moderna de los actores. No bastan los rulos del pelo acomodados junto a las orejas, para derrotar los peinados de gomina de los atléticos galanes.
Estamos ante la reconstrucción del imaginario de lo permanente. Todo amor jurado es eterno, tan eterno como las páginas ilustradas que constatan su infinitud vanagloriada. El documento de moda sesentera contrasta con la prosapia moderna de los actores. No bastan los rulos del pelo acomodados junto a las orejas, para derrotar los peinados de gomina de los atléticos galanes.
En “Un corazón debe mentir” la pintora cuyos onirismos le llevaron a la producción arrebatada de cuestionables abstractos, decide ejercer la autocrítica (¿o la autocensura?), y destruye para nuestro bien lo que ella misma aseguraba en el diálogo anterior: “Es un buen cuadro”.
La imaginería de los impresos alcanza nuevos vuelos en manos de Emmanuel García quien recopila no sólo las exactas maneras expresivas, sino también la aplicación formal de una estética cada vez más en desuso. El material, escaso ya en el mercado, debió ser rastreado en los bajos fondos de las tiendas chilangas del centro. Y también aquello que se haría con el estaño y los espejos. Es una reunión afortunada de las palabras que nos conformaron en la infancia y las maneras en las que llegaron hasta nosotros. No cabe duda: Aquí es.
Santiago Espinosa de los Monteros
Noviembre 2012
Noviembre 2012
imágenes: vinil y estaño sobre cristal. 2012. Col. del autor.