Residencia en el Banff Centre of Arts, 2007
gráfica digital sobre papel de algodón.
manhole covers
gráfica digital sobre papel de algodón / 2007
gráfica
grabados realizados con película de fotopolímero imageOn intaglio printmaking film
Snow
imaginary mountains
dibujos y apuntes
Urbanatura
La urbe y su caos se han convertido en mi zona de confort, el asfalto, las aglomeraciones y el galimatías de la contaminación visual, asequibles a mis entornos habituales, se han convertido en mi leitmotiv. Luego entonces, qué podía ofrecerme un retiro tal, como la residencia en un entorno natural y perfectamente organizado? O peor aún, qué podía yo ofrecer como resultante de dicha estancia? No me importaban mucho los lugares comunes al respecto de “el encontrarse a uno mismo dentro de una atmósfera de paz y tranquilidad, donde la creatividad se inspira y todo fluye en armonía”, mucho menos experimentar con nuevos lenguajes propios del entorno.
A la llegada a Calgary y posterior traslado a Banff, los primeros 10 minutos, fueron determinantes, ya que salíamos de la zona mas suburbana y gris y nos adentrábamos a la majestuosidad del parque natural, lo mismo pasaba dentro de mí, dejaba a gran velocidad la urbe para adentrarme a algo que no conocía, no puedo ocultarlo presentía que un bloqueo se aproximaba.
Los primero días sentí temor, afortunadamente el bloqueo nunca llegó, tampoco el reencuentro con mí yo natural en medio del entorno. Trasladé mi forma de entender los entornos, comencé a realizar registros, a mirar lo que suelo ver en la urbe y comprender que la huella del hombre está en todas partes pese a que se camuflaje o busque mimetizarse. Y en ese traslado mi visión se refrescó –espero que también mi obra- comprendí que mis registros son sólo eso, apuntes simples que pretenden evidenciar al entorno mismo.
Comprendí que se es peatón y transeúnte en cualquier latitud. No hubo choque, ni espasmo, ni bloqueo, mucho menos confrontación, sólo la asimilación de cosas que siempre supe, pero me negaba a entender. Hubo, sí, libertad, mucha. Comprendí también que esa libertad no sólo existe en un entorno amable, pulcro y organizado y que pese al caos, hostilidad y desorden de esta Babel que hábito es eso: libertad.
EGR
La urbe y su caos se han convertido en mi zona de confort, el asfalto, las aglomeraciones y el galimatías de la contaminación visual, asequibles a mis entornos habituales, se han convertido en mi leitmotiv. Luego entonces, qué podía ofrecerme un retiro tal, como la residencia en un entorno natural y perfectamente organizado? O peor aún, qué podía yo ofrecer como resultante de dicha estancia? No me importaban mucho los lugares comunes al respecto de “el encontrarse a uno mismo dentro de una atmósfera de paz y tranquilidad, donde la creatividad se inspira y todo fluye en armonía”, mucho menos experimentar con nuevos lenguajes propios del entorno.
A la llegada a Calgary y posterior traslado a Banff, los primeros 10 minutos, fueron determinantes, ya que salíamos de la zona mas suburbana y gris y nos adentrábamos a la majestuosidad del parque natural, lo mismo pasaba dentro de mí, dejaba a gran velocidad la urbe para adentrarme a algo que no conocía, no puedo ocultarlo presentía que un bloqueo se aproximaba.
Los primero días sentí temor, afortunadamente el bloqueo nunca llegó, tampoco el reencuentro con mí yo natural en medio del entorno. Trasladé mi forma de entender los entornos, comencé a realizar registros, a mirar lo que suelo ver en la urbe y comprender que la huella del hombre está en todas partes pese a que se camuflaje o busque mimetizarse. Y en ese traslado mi visión se refrescó –espero que también mi obra- comprendí que mis registros son sólo eso, apuntes simples que pretenden evidenciar al entorno mismo.
Comprendí que se es peatón y transeúnte en cualquier latitud. No hubo choque, ni espasmo, ni bloqueo, mucho menos confrontación, sólo la asimilación de cosas que siempre supe, pero me negaba a entender. Hubo, sí, libertad, mucha. Comprendí también que esa libertad no sólo existe en un entorno amable, pulcro y organizado y que pese al caos, hostilidad y desorden de esta Babel que hábito es eso: libertad.
EGR